Carmelo Fernández: artista y militar




La biografía del yaracuyano Fortunato Carmelo Fernández Páez, emblema tanto del arte como de la milicia grancolombianos, exponente del género histórico en las artes plásticas nacionales, revela un itinerario existencial bastante accidentado, desde su nacimiento, ocurrido en Guama el 30 de junio de 1809, fuera del matrimonio de su madre, doña Luisa Páez Herrera, hermana del General José Antonio Páez, a quien la existencia de su sobrino no logró agradarle del todo, a pesar de que casi nunca le faltó el amparo del llanero, pero cuyo parentesco le causó problemas políticos a Fernández en diversas ocasiones. Por otra parte, su admiración por Simón Bolívar, a quien conoció personalmente y de quien elaboró retratos del natural, le distanciaba de Páez.

Apremiada por la precaria situación económica, la madre de Carmelo se ve obligada a acompañar a su hermano por los distintos escenarios de la guerra, tanto de la Independencia, como de la Guerra Federal, y con ella su hijo, de aquí que sean los temas bélicos, tropas y escenas militares, la principal inspiración del joven artista.

Al cumplir 12 años, Fernández se traslada a Caracas, por deseo expreso de su madre, a estudiar bajo la protección de su tío, quien al ver sus dibujos comprende su talento artístico. Barbarita Nieves (amante de Páez) se hace cargo de él, le enseña a tocar el piano e incentiva su interés por la plástica, a tal punto que el oficial francés Jean Pierre Lessabe lo admite en su academia de dibujo y pintura. Páez, siguiendo el consejo del maestro, así como de Tomás Lander, lo envía a Nueva York, con 14 años, en compañía de los hijos de este último, en 1823, a continuar su formación artística y científica, allí pasa 4 años, hasta enero de 1827. Estudia ingeniería y cartografía en el Colegio Washington, bajo la dirección del maestro mexicano Mariano Velásquez de la Cadena y la tutoría del pintor italiano Ennio Pinistre. Sin embargo, su obra es casi la de un autodidacta, porque su formación académica no fue todo lo completa que pudiera suponerse.

Este período no fue fácil para él, le entristeció el encuentro en los Estados Unidos con sus primos, los hijos de Páez, a quienes halló abandonados y sucios, y debió enseñar a comer y asearse, y para colmo, la quiebra de la casa Lander hizo que tuviera que suspender las clases de dibujo en las que había adquirido grandes destrezas, tanto en la acuarela (de esta técnica se conoce el retrato del capitán León Cazorla) como en el dibujo. Tales circunstancias le obligan a regresar a Venezuela, además de buscar el dinero que se adeuda a la escuela para poder traer de vuelta a sus primos.


Ya en Caracas, Carmelo Fernández tuvo ocasión de participar en la apoteosis a El Libertador, durante la última estadía de éste en Venezuela en 1827, y presenció los honores que le hizo a Páez, regalándole una espada con piedras preciosas. De ahí se traslada a Puerto Cabello, siguiendo las órdenes de su tío, quien deseaba que se dedicara al comercio, pero Fernández opta por la milicia y se enrola en calidad de cabo, en el Segundo Escuadrón de Granaderos Montados, lo cual deteriora aún más las relaciones entre ambos. En esa misma ciudad, toma clases de geometría con el comandante Casares.

En 1829 se traslada a Bogotá y sirve a las órdenes de Simón Bolívar en el Batallón de Cazadores de Occidente. De Bogotá viaja a Antioquia para ponerse a disposición del general Daniel Florencio O’Leary, participa en el encuentro con el general disidente José María Córdoba y en la batalla del Santuario, al mando del coronel Carlos Luís Castelli (Piamonte, Italia) comandante militar de Antioquia, donde perdió la vida el general Córdoba, el 18 de octubre de 1829, evento que describe detalladamente Fernández en sus Memorias, escritas en 1880 y publicadas en 1940. Durante su estadía en la capital neogranadina se enamora de María Teresa Tinoco, a quien le dará en obsequio un retrato en miniatura de El Libertador, elaborado por Antonio Meucci. En esos años, Fernández conoció con sumo detalle el territorio colombiano, no solo desde la perspectiva geográfica, sino también en lo que se refiere a los tipos y costumbres de la tierra. De vuelta a Venezuela se establece en Valencia, poco antes de la muerte de Bolívar para reencontrarse con su madre. En enero de 1831 vuelve a Colombia, llega a Cartagena vía Curazao-Santa Marta, para integrarse a la sección de caballería durante la dictadura de Rafael Urdaneta, y el mes de marzo cae preso en Soledad.

La geografía de Venezuela, había estado muy desatendida hasta el momento en que el Congreso Constituyente de 1830, emitió un decreto comisionando al comandante italiano Agustín Codazzi a levantar el plano del Estado. La modernidad y actualidad de los trabajos de Codazzi fueron determinantes, al punto de que Reclus, uno de los más reputados geógrafos europeos de fin de siglo, en 1893, reconocía que el principal documento cartográfico a consultar para el estudio de Venezuela era la carta de Codazzi, publicada en París. A diferencia de Humboldt y Depons, Codazzi tenía una perspectiva muy clara de cual era la situación en las colonias, lo que le hace prestar apoyo al ejército libertador.



Antes de su retorno a Venezuela, Carmelo Fernández recibe el encargo del gobierno colombiano de levantar la carta geográfica del país, por lo que se le transfiere a la sección de Topografía del Ejército y asciende a teniente. Pasa a las órdenes de Codazzi, en el ejército venezolano de la Tercera República, para colaborar en la elaboración del Atlas y Geografía de Venezuela. En 1835, la Sociedad Económica de Amigos del País publica el trabajo precursor del Resumen: el Anuario de la provincia de Caracas (1832 a 1833), en el cual colaboró también Cajigal. Para llevar a cabo la edición del Atlas y la Geografía, contó Codazzi también con el apoyo de historiadores como Rafael María Baralt y Ramón Díaz, con quienes viaja a París, en 1840, para supervisar la publicación de la obra. En Paris, Fernández trabaja en el taller litográfico de los hermanos Thierry, y conoce a algunos artistas notables de la época como Pierre Roch Vigneron.


            La ilustración que figura al comienzo del Atlas procede de la mano de Fernández, se trata de una viñeta (litografía sobre papel) en la que aparecen los símbolos patrios: la bandera, el escudo, la patria representada por una indígena, la libertad como un caballo blanco, la riqueza del paisaje tropical, tanto de su flora como de su fauna y el río Orinoco.

 

Entre 1841 y 1842 Fernández ejerce la docencia en los colegios caraqueños “Roscio” y “La Paz”, y entre sus alumnos figura Martín Tovar y Tovar. A Fernández se le ha considerado fundador de la enseñanza de la pintura en Venezuela. Entre los retratos que realiza, es notable la iconografía de Páez así como la de Barbarita. Algunos de estos dibujos fueron publicados en la Autobiografía del general.

Testigo del nacimiento de la república, colaboró en la creación de símbolos patrios tanto de Colombia (la que visitó en cuatro oportunidades) como de Venezuela. Es de hacer notar su maestría en la acuarela sobre marfil y como grabadista. 

A él se le atribuye el conocido dibujo de Páez “El Rey de los Araguatos” con el lema “Ideado por Carmelo Fernández y dibujado por Olegario Meneses.”



 También se le atribuyen dos retratos de Bolívar durante el desembarco de Ocumare de la Costa (6 de julio de 1816), en el que aparece solo, y en el otro acompañado de Carlos Sublette, Pedro Briceño Méndez, Gregor Mac Gregor y Luis Brión.



           

Por la Puerta de Caracas llegan los restos de El Libertador, en 1842, procedentes de Santa Marta (Colombia), para ser depositados con las pompas correspondientes en la cripta de los Bolívar en la Catedral capitalina. La Comisión oficial para la Repatriación de los Restos estaba presidida por el Dr. José María Vargas, a quien acompañó Carmelo Fernández Páez, encargado de dejar testimonio gráfico del acontecimiento. En esta misión realizo 22 dibujos, de los cuales sólo se conservan 8, publicados en el periódico “El Venezolano” del 17 de diciembre de 1843. 

          Por su temática, las obras que realizó Fernández con motivo de estas ceremonias pueden dividirse en tres categorías: el registro de las ceremonias, el retrato del Libertador y los retratos de los comisionados de Colombia y Venezuela. Durante esos mismos años se asocia con la firma litográfica “Muller y Stapler” en Caracas, y realiza la composición gráfica del semanario “El Promotor” muy importante para la época. La visión que refleja Fernández en estas obras, del proceso de traslado de los restos de El Libertador, se modifica con el avance de los acontecimientos, pasando de una primera apreciación un tanto naif, a una pomposa, abigarrada y solemne.

            A partir de 1859 se radica en Maracaibo, en donde se dedicará a la docencia de las artes en diversos institutos oficiales. Entre sus obras más conocidas destaca “Bolívar en el Chimborazo”.

El 7 de diciembre de 1870, el general Venancio Pulgar toma la Presidencia del Estado Zulia y designa a Carmelo Fernández ingeniero y pintor oficial del gobierno regional. Fernández se ocupa de transformar la antigua Plaza Concordia en Plaza Bolívar de Maracaibo y pinta los murales sobre temas maracaiberos en el Palacio de las Águilas. Pulgar es reemplazado en el cargo en 1874, y Fernández vuelve a Europa en una gira que lo levará a Italia, Francia y Alemania. De regreso -una vez más- en 1877 el general Francisco Linares Alcántara lo designa como ingeniero al servicio del Ministro de Obras Públicas y miembro principal del Instituto Nacional de Bellas Artes; simultáneamente dirige la sección de dibujo de la institución, cargo que ocupará hasta 1884.

En 1986 la Litografía Arco publicó el libro: Acuarelas de la Comisión Corografica, con las ilustraciones completas de la colección de la Biblioteca Nacional, pertenecientes a los tres dibujantes comisionados: Carmelo Fernández, Enrique Price y Manuel Maria Paz.


Al cumplirse 96 años de su fallecimiento, ocurrido en Caracas el 9 de febrero de 1887, los restos de Carmelo Fernández fueron traslados al Panteón Nacional, como parte de las celebraciones del Bicentenario del Nacimiento de Simón Bolívar.

 

Los primeros años de la imprenta en Venezuela. Cronología

1764 Joseph Luis de Cisneros, Descripción exacta de la provincia de Benezuela, con pie de imprenta de Valencia, 1764. Según Pedro Grases la impresión del libro no se hizo en la Valencia venezolana ni tampoco en la Valencia de Levante en España, sino en la ciudad de San Sebastián, en Guipúzcoa (España) muy probablemente en el taller de Bartolomé Riesgo y Montero, impresor de la Compañía Guipuzcoana.
1762-1764     Novenario del Santísimo Niño.
1789 El taller de Trinidad, desde donde se imprime el periódico Courier de la Trinité Espagnole
1795 Alejandro de Humboldt declara que: “Un francés, el Sr. Delpeche, entroncado con una de las familias más respetables del país, la de los Montillas, tiene el mérito de haber establecido por primera vez una hermosa imprenta en Caracas. Espectáculo bastante extraordinario es, en los tiempos modernos, ver cómo un establecimiento de este género, que ofrece el mayor de los medios de comunicación entre los hombres, ha seguido y no precedido a una revolución política.” [1]
1797 Conspiración de Manuel Gual y José María España
1797 Se le atribuye a Juan Bautista Picornell: Derechos del Hombre y del Ciudadano con varias máximas  republicanas y un discurso preliminar dirigido a los Americanos, Madrid, Imprenta de la Verdad, 1797. Reimpreso en Santa Fe de Bogotá, Imprenta del Estado por el C. José María Ríos, 1813.
1799 Francisco de Miranda publica  la obra del Abate Viscardo. Ante la imposibilidad de regresar a América y ya cerca de la muerte, Viscardo había entregado a Rufus King, Ministro de los Estados Unidos en Londres, el fruto más importante de su actividad política durante esos años: sus manuscritos, los cuales recibió Miranda de manos de King. De entre ellos elige el Precursor la Lettre aux espagnols americains, la cual se encargaría, con gran celo, de hacer imprimir. La primera edición, en francés, la llevó a cabo en Londres, en 1799, con falso pie de imprenta “Philadelphie”. La edición en castellano traducida por el propio Miranda, de la Carta derijida [sic] a los españoles americanos es también londinense y de la misma imprenta de P. Boyle, en 1801[2]. La edición inglesa es mucho más tardía, data de 1808, y apareció incluida en el libro de William Burke titulado: Additional reasons for our immediately emancipating Spanish America.
1800+/- Antes de 1808 imprentas de camino
1806 Imprenta que trae Francisco de Miranda a bordo del Leander, nave capitana de su expedición, no llegó a tocar tierra venezolana. En ella imprime su proclama A los pueblos y habitantes del Continente Américo-Colombiano, durante la expedición a Jacmel entre febrero y marzo. Adquirida posteriormente en Trinidad por Mateo Gallagher
1808- 23 de septiembre. El primer taller establecido en Venezuela fue el de Mateo Gallagher y James Lamb, impresores procedentes de Trinidad. 1er impreso: núm. 1 del semanario Gazeta de Caracas el 24 de octubre de 1808 (imprenta realista, Andrés Bello redactor) “La que pudiéramos considerar como su primera serie realista, 1808-1810, consta de 94 números semanales. La primera serie patriota, 1810-12, se inicia con el número 95, correspondiente al 27 de abril de 1810, y adopta por divisa la conocida máxima romana de derecho público: Salus populi suprema lex est. La segunda serie realista, 1812-13, comienza con nueva numeración el domingo 4 de octubre de 1812, suprimiendo la divisa que había adoptado la Junta Suprema del año 10. La segunda serie patriota, 1813-1814, cifra sus ediciones con números romanos, empezando el jueves 26 de agosto de 1813 y reponiendo el lema suprimido; lema que cambia a partir del número IV por la sentencia que sigue: L’injustice a la fin produit l’Independence. La tercera serie realista - en manos de Boves y siendo su redactor José Domingo Díaz -, 1815-21, se inicia con nueva numeración el 1º de febrero de 1815 y se prolonga hasta julio de 1820, para reanudarse poco también con nueva numeración, el miércoles 2 de agosto del mismo año hasta alcanzar el número 45, del miércoles 13 de junio de 1821, contados ya los días de la dominación española en Venezuela. [...] Después de la Batalla de Carabobo reaparece la Gazeta de Caracas, en su tercera serie patriótica, en cabezada con la frase República de Colombia. [...]Merece saberse que en 1821, durante la ocupación temporal de Caracas por el ejército de Oriente, comandado por el general Bermúdez, se editaron dos números y un Suplemento al número 1º de un semanario que se intituló Gaceta del Gobierno de Caracas, cuyas fechas corresponden al 17 y 24 de mayo.”[3] En la imprenta del Gobierno a cargo de Juan Gutiérrez.
1808-1821 Las obras impresas entre esos años se consideran incunables venezolanos (Gazeta de Caracas a 1821, Batalla de Carabobo) según Manuel Segundo Sánchez
1810-1813 Imprenta de Juan Baillío en sociedad con Luis Delpech. Publican: el Semanario de Caracas (4 de noviembre de 1810, redactado por Miguel José Sanz y José Domingo Díaz. Se editaron 30 números cifrados I a XXX. El primero apareció el 4 de noviembre de 1810 y el último, el 21 de julio de 1811); El Publicista de Venezuela, órgano del Congreso Constituyente de 1811 ( 4 de julio hasta 28 de noviembre de 1811) en el número 2 se publica el Acta de la Independencia; El Patriota Venezolano, órgano de la Sociedad Patriota, del cual fueron editados siete números, creado por Vicente Salias y Antonio Muñoz Tebar; El Mercurio Venezolano dirigido por Francisco Isnardy  y varios números de la Gazeta de Caracas hasta mayo de 1812. A raíz de la Campaña Admirable del Libertador, aparecen impresos por Baillío los boletines del ejército así como el Decreto de Guerra a Muerte (15 de junio de 1813).
1810 Calendario Manual y Guía Universal de Forasteros en Venezuela para el año de 1810, primer libro impreso en Venezuela, impreso por Gallagher y Lamb, el cual consta de 64 páginas. Dividido en dos partes, la primera incluye significativas referencias a cerca de la organización de la Capitanía General de Venezuela; y la segunda, un Resumen de la Historia de Venezuela, atribuido a Andrés Bello, el cual comprende el período que va desde el descubrimiento de América hasta la primera década del siglo XIX.
1811 Congreso Constituyente. Primera Constitución (Federal) de la América del Sur.
1811 La Constitución Federal promulgada ese año, en el Capítulo octavo: Derechos de hombre que se reconocerán y respetarán en toda la extensión del Estado. Sección segunda: Derechos del hombre en sociedad. Artículo 181 expresa: “Será libre el derecho a manifestar los pensamientos por medios de la imprenta; pero cualquiera que lo ejerza se hará responsable á las leyes, si ataca, y perturba con sus opiniones la tranquilidad pública, el dogma, la moral cristiana, la propiedad, honor, y estimación de algún ciudadano.” [4] Así pues, en concordancia con éste artículo, el Congreso Constituyente establece la primera ley de imprenta republicana, encabezada con el siguiente preámbulo: “Satisfecha la Sección Legislativa de Caracas de que la Imprenta es el canal más seguro para comunicar a todos las luces, y que la facultad individual de los ciudadanos de publicar libremente sus pensamientos e ideas políticas es no sólo un freno de la arbitrariedad de los que gobiernan, sino también un medio de ilustrar a los pueblos en sus derechos y el único camino para llegar al conocimiento de la verdadera opinión pública; ha venido en declarar el libre uso de la Imprenta [...]”. [5] Quedaba, pues, derogada, con esta novedosa ley, la vieja tradición legislativa indiana, especialmente la censura de obras de carácter político, como reza en el artículo segundo : “Por Tanto, queda abolida toda censura de las obras políticas precedente a su impresión y derogadas las leyes que exigían previa licencia, especialmente la ley 1ª, título 24, libro 1º de la Recopilación de Indias, que disponía no se imprimiese papel alguno que tratase de materias de estos dominios, sin especial licencia del Consejo que llamaban de Indias.” [6] A pesar de la notoria y revolucionaria innovación que representaba el principio del fin de la censura, aún habría de permanecer, contradictoriamente, la prohibición tanto de “[...] líbelos infamatorios, los escritos calumniosos, los licenciosos y contrarios a la decencia pública y buenas costumbres [...]” así como de “[...] los escritos subversivos del sistema adoptado y establecido en Venezuela, el cual consiste, principalmente, en su libertad e independencia de cualquier otra potencia o soberanía situada fuera de su territorio ; y los autores o impresores que los publicaren serán castigados con las penas establecidas en derecho y en este reglamento.”[7] El artículo 14 obligaba a solicitar la licencia expresa del gobierno, para el establecimiento de la imprenta y el 17 establece severas a penas a quien publicara escritos religiosos sin autorización eclesiástica.
1812 Gallagher y Lamb establecen una imprenta en Valencia, prolongación de la que ya tenían en Caracas. Manuel Rivas introduce la imprenta en Cumaná.

1812 Caída de la Primera República

1813 Decreto de las Cortes Generales y Extraordinarias de Cádiz del 8 de junio de 1813, sobre el libre establecimiento y ejercicio de industrias útiles (incluye lo relativo a la imprenta). Como resultado de este decreto, el Ministerio de la Gobernación de Ultramar dirige, el 19 de junio la Real Orden a los Virreyes y Gobernadores expresando que: “Las Cortes, con el justo objeto de remover las trabas que habían entorpecido el progreso de la industria, decretaron que todos los españoles y extranjeros avecindados podían desde entonces libremente establecer fábricas o artefactos de cualquier clase que les acomodase, sin necesidad de permiso ni licencia alguna; que también podían ejercer libremente cualquier industria u oficio útil sin necesidad de examen, título o incorporación a los gremios respectivos, cuyas ordenanzas se derogan en esta parte”, y el 10 de junio decretan “proteger el derecho de propiedad que tienen los autores sobre sus escritos, y deseando que estos no queden algún día sepultados en el olvido en perjuicio de la ilustración y literatura nacionales.”

1815 Imprenta traída durante su expedición por Pablo Morillo posiblemente hundida en el San Pedro Alcántara

1816 De regreso de la Expedición de Los Cayos, Simón Bolívar trajo la prensa y todo el material tipográfico que le regaló el presidente Petión, una imprenta que luego pasó a manos de los realistas en Ocumare de la Costa. Lo acompaña el impresor Juan Baillío. El 3 de mayo en Juangriego, isla de Margarita, el de 1816, Juan Baillío (Impresor de la Expedición Libertadora a Los Cayos) imprime el primer Boletín del ejército Libertador, firmado por el general Santiago Mariño y los Documentos interceptados al General español de Caracas y al gobernador de esta Isla. Además imprime: en Margarita proclamas del Libertador dirigidas A los Venezolanos y A los habitantes de la Costa Firme y las de Agustín Gustavo Villeret y Juan Bautista Arismendi. En Carúpano imprime, el 1 de junio, la Proclama del Libertador A los habitantes de Río Caribe, Carúpano y Cariaco sobre la libertad de los esclavos y el 5 de julio de 1816 en Ocumare de la Costa, otra proclama de Bolívar A los habitantes de la Provincia de Caracas.
1815 – 1818 Cesa la publicación de periódicos republicanos, sólo se conocen hojas sueltas
1817 Angostura
1818-1822 El Correo del Orinoco (El último número apareció el 23 de marzo de 1822) Impresor Andrés Roderick. Otros impresos de Roderick: la Ley sobre la repartición de bienes nacionales entre los militares de todas clases de la República (1817) y el Decreto que estableció la Ley Marcial dado por Simón Bolívar en diciembre de 1817. Constitución política del Estado de Venezuela formada por su segundo Congreso Nacional y el Tratado sobre la regularización de la guerra convenido entre Bolívar y Pablo Morillo
1819 La Constitución Política de Venezuela sancionada el 11 de agosto de 1819 en Guayana, proclama la libertad de imprenta, en el Título 1º Derechos y Deberes del hombre y del ciudadano, Sección 1ª Derechos del hombre en sociedad, Artículo 4º, diciendo : “El derecho de expresar sus pensamientos y opiniones de palabra, por escrito, o de cualquier otro modo, es el primero y más inestimable bien del hombre en sociedad. La ley misma no puede prohibirlo, pero debe señalarle justos términos haciendo a cada uno responsable de sus escritos y palabras, y aplicando penas proporcionadas a los que lo ejercieren licenciosamente en perjuicio de la tranquilidad pública, buenas costumbres, vida, honor, estimación y propiedad individual.” [8]
1820-21 Polémica entre absolutistas y constitucionalistas en los periódicos: La Araña, La Aurora de Venezuela, El Celador de la Constitución, El Fanal de Venezuela, La Mariposa Negra, De todo y de algo más,  La Mosca Libre, La Segunda Aurora y La Lotería Tipográfica. 
1821 Maracaibo.- El Correo Nacional, (también conocido como El Correo del Zulia), impreso por Andrés Roderick, circuló desde el 28-01-1821 hasta 09- 1822.
1821 Ley Fundamental de la Unión de los pueblos de Colombia. Título VIII, Disposiciones generales, Art. 156. Todos los colombianos tienen derecho a escribir, imprimir y publicar libremente sus pensamientos y opiniones, sin necesidad de examen, revisión o censura alguna anterior á la publicación. Pero los que abusen de esta preciosa facultad sufrirán los castigos á que se hagan acreedores conforme a la leyes.” [9] Esto ocurre el 30 de agosto de 1821 y el 14 de septiembre de ese mismo año, quince días después, era emitida la Ley sobre la extensión de la libertad de imprenta, y sobre la calificación y castigo de sus abusos, dividida en cinco extensos capítulos : el 1º De la extensión de la libertad de la imprenta, y de la calificación de sus abusos ; el 2º, De las penas correspondientes a los abusos ; el 3º, De las personas responsables ; 4º, Del modo de proceder en estos juicios ;y el 5º y último, Del modo de proceder en estos juicios. En cuanto a la calificación de dichos abusos, difiere escasamente a la tipología contemplada en la ley de 1811, pero esta vez se especifican las penas en función del delito cometido y comprobado, asignando expresamente las responsabilidades de los inculpados y las competencias de los jueces en dichos casos. Durante ese mismo mes de septiembre, son emitidos dos decretos, uno el día 17 y otro el 20, relativos a las medidas a tomar para la impresión de la Constitución vigente, entre ellas, el otorgamiento de doce mil pesos de los fondos públicos para la compra de una imprenta oficial.
1822 El Iris de Venezuela (Caracas) impresor Juan Gutiérrez Díaz y posteriormente Valentín Espinal. Coincidiendo con el fin de el Correo del Orinoco y en sustitución de la Gaceta de Caracas, se aparece como órgano gubernativo. El primer número salió el 14 de enero de ese año, llegando a publicarse, hasta el número 101, correspondiente al 19 de diciembre de 1823.
1822-1823 El Posta Español en Venezuela (Maracaibo) Impresor Andrés Roderick (periódico realista)
1823 El coronel Francisco Avendaño introduce la litografía en Venezuela. Instala un taller en La Guaira el cual traslada posteriormente a Caracas. Francisco Antonio Zea obtiene por decreto del 1º de agosto de 1823, junto con Carlos Cazar de Molina, la autorización para establecer en Caracas su propio taller tipográfico.
1823-1826 El Colombiano (Caracas) impresores William Johnson y Arturo Carlos Luthman, edición bilingüe: castellano e inglés
1824-1825 El Observador Caraqueño (Caracas), Imprenta de Valentín Espinal. Entre las obras más representativas salidas de este taller durante el período emancipador se encuentran: La descripción de la entrada de Bolívar en Caracas en el año 1827; y el Breve diccionario de sinónimos de la lengua castellana, que data de 1828.
1826-1829 Colección de documentos relativos a la vida pública del Libertador de Colombia y del Perú, Simón Bolívar, para servir a la historia de la independencia de Sur América (Caracas), imprenta de Devisme, (21 volúmenes); uno adicional de 1833, imprenta de Damirón y Dupouy) realizada por Francisco Javier Yanes y Cristóbal de Mendoza. La imprenta llega a Barquisimeto y a Barinas en 1829, imprimiéndose el primer periódico de la región titulado El Llanero Libre.
1824 Reedición de la Historia de la conquista y población de la provincia de Venezuela, de José de Oviedo y Baños (Caracas), impresor Domingo Navas Spínola,). En ese mismo año salen de la imprenta de Tomás Antero en Caracas: La idea general o principios elementales del derecho de gentes, extracto de Vattel y otros autores; el libro de Juan Meserón, Explicación y conocimiento de los principios generales de la música; El arte de escribir, de Condillac; El Antecristo, cuyo primer número data del jueves 17 de mayo de 1827. El manual político del colombiano.
 Noticia sobre la geografía política de Colombia, impresor Fermín Romero.
1825 Discursos de Francisco Antonio Zea (Caracas), Domingo Navas Spínola
1825 Puerto Cabello
1826 Guanare
1826 Elementos del derecho natural, por Juan Jacobo Burlamaqui (Caracas), Devisme Hermanos.
1828 Colección de los decretos expedidos por S.E. El Libertador desde su entrada en Bogotá  por noviembre de 1826 hasta su partida de Caracas el 5 de julio de 1827
1827 Tomás  Antero. Breve diccionario de sinónimos de la lengua castellana, de José López de la Huerta (Caracas), Valentín Espinal. Epítome sobre la Vacuna, de José María Vargas (Caracas), Devisme Hermanos.
1829 Compendio de historia romana, desde la fundación de Roma hasta la ruina de su imperio de occidente, por Olivier Goldsmith (Caracas), Valentín Espinal.  Tratado de la elocución o del perfecto lenguaje y buen estilo respecto al castellano, por Mariano Mandramani y Calatayud (Caracas), Valentín Espinal.  Elementos de la lengua latina, por Pablo Arroyo Pichardo (Caracas), Tomás  Antero. Memoria política sobre si conviene en Chile la libertad de cultos, de Juan de Egaña (Caracas), G. y F. Devisme, 1829.

1830 Disolución de la Gran Colombia



[1] Alejandro de Humboldt, Viaje a las regiones equinocciales, vol. 2, pág, 335.
[2] A. G. I. Estado 70
[3] Manuel Segundo Sánchez, “La prensa periódica de la revolución emancipadora.”en: A.A.V.V., Materiales para la Historia del Periodismo en Venezuela durante el siglo XIX, pág. 60.
[4] Constitución Federal para los Estados de Venezuela...pág. 31.
[5] Tomás Polanco Alcántara, (comp.), Textos oficiales de la Primera República de Venezuela, vol. II, págs. 121
[6] Idem.
[7] Idem,
[8] Congreso de Angostura 1819-1821. En : Actas de los Congresos del ciclo bolivariano, tomo I pág. 238.
[9] Sancionada en la Villa del Rosario de Cúcuta, 30 de agosto de 1821.“Ley Fundamental de la Unión de los pueblos de Colombia”. En : Cuerpo de Leyes de la República de Colombia,... pág. 18.





Luces revolucionarias: de la rebelión de Madrid (1795) a la rebelión de La Guaira (1797)







INDICE



INTRODUCCIÓN

6

SECCIÓN PRIMERA:

DE LAVAPIES A LA GUAIRA POR LA RUTA DE LA LIBERTAD




 

Capítulo I

El escenario madrileño


Madrid, sede de la Corte, sede de la sedición

14

Los conspiradores de Madrid

17

Capítulo II
Juan Bautista Picornell en el paradigma de la ilustración



Génesis de la utopía revolucionaria pedagógica

21
Los principios pedagógicos de Picornell en su Discurso teórico-práctico sobre la educación de la infancia, dirigido a los padres de familia

25
La influencia del Abate Mably y Mathon de la Cour en el Proyecto Educativo
30
Un momento crítico: la Real Sociedad Económica Matritense rechaza el Proyecto Educativo
41
Libros y papeles sediciosos en poder de los conspiradores
45

 

Capítulo III
Los motivos coyunturales, las divergencias entre los grupos promotores y la organización del alzamiento de Madrid




Percepción de los conspiradores de Madrid de la situación política y social del momento
54
Polémica en los argumentos de los conspiradores: ¿una revolución para derrocar al monarca, o una revolución para abatir al sistema monárquico?
58
La filantropía política de J. B. Picornell
63
Constitución  y acciones de la Junta de Gobierno Revolucionaria
65

 

Capítulo IV
La reacción de la Corona: delación, persecución, prendimiento y juicio


De cómo se descubrió la conjura de Madrid: ¿la delación de los plateros o la del Presbítero Traggia?
72
Establecimiento de la Junta para la Audiencia Fiscal
76
El sumario
79
Persecución y captura
81
Argumentos del fiscal y de la defensa
88
Sentencias y sentenciados


92
SECCIÓN SEGUNDA
 ¡VIVA EL PUEBLO AMERICANO, VIVA LA LIBERTAD Y
MUERA EL DESPOTISMO!
UN PROYECTO REPUBLICANO NUESTROAMERICANO


Capítulo I
Los preliminares de la conjura de La Guaira


La ciudad y puerto de La Guaira: refugio de insurrectos
97
Los conspiradores de La Guaira
100
La influencia revolucionaria de los prisioneros y emigrantes franceses de las Antillas
103
El “destino” americano de los reos de Madrid
110

 

Capítulo II
Motivaciones, condiciones y organización del plan revolucionario


Incidencia de las reformas borbónicas en la “decadencia” de España y sus colonias, y sus repercusiones en la conspiración de La Guaira
113
El establecimiento del “comercio libre” en la Capitanía General de Venezuela
119
El péndulo comercial en la visión de los conspiradores
124
El plan y sus fines


Disposiciones para la independencia absoluta y la creación de una república
134
El espejismo: ¿la Corona española desea abandonar América?
139
El proyecto abolicionista
142
La organización y la praxis revolucionaria


Procedimientos que habrían de seguirse para llevar a cabo las acciones iniciales del movimiento
149
Proselitismo y mecanismos de persuasión
153
Organización del ejército revolucionario
155
Creación y atribuciones de la Junta de Gobierno
161

SECCIÓN III
ENTRE LA LIBERTAD Y EL CADALSO.
MUERTE Y RESURRECCIÓN DE LA UTOPÍA NUESTRAMERICANA



Capítulo I
Un cambio radical de timón: se descubre la conjura y comienza el periplo por el Caribe


La fuga de los reos de Estado
164
La reacción de las autoridades


De cómo fue descubierta la conspiración de La Guaira y las dilaciones para llevar a cabo la revolución
169
Conflictos de intereses y competencia entre las autoridades ante el hecho conspirativo, y medidas para capturar a los prófugos
177
El doble discurso en los actos del Obispo Viana: Indulto, Carta Pastoral y Edicto
183

Capítulo II
Por el Caribe


Los días y los avatares de la persecución por las islas


Entre espías
187
Thomas Picton y Tierra Firme
198
El comienzo del fin


Prendimiento de José María España.
203
Los vínculos entre Manuel Gual y Francisco de Miranda
205
La misteriosa muerte de Manuel Gual
209

Capítulo III
Derechos del hombre y del ciudadano ..., y otros papeles sediciosos de la conspiración de La Guaira


La primera edición en Nuestramérica de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano: Antonio Nariño y Pedro Fermín de Vargas

210
Disquisiciones acerca de la edición de 1797 atribuida a Picornell


Estructura y contenido de la obra
213
¿Dónde y cuándo fue escrita y publicada?
220
La impresión y la autoría: ¿Picornell, Vargas o Baillio?
225
Otras obras agregadas a la causa por conspiración de La Guaira: líbelos, canciones y pasquines sediciosos
234
 
Capítulo IV
Proceso en la causa de Estado a los conspiradores de La Guaira: la dudosa legitimidad del "juicio justo"


El ejercicio de la "injusta justicia"
239
Sentencias y sentenciados
243
Premios, gratificaciones  y súplicas
247

Conclusiones
249

Apéndice
Catálogo Picornell
253

Anexo documental



Documento n° 1
Relación de los méritos, títulos, grado, ejercicios literarios del Bachiller D. Juan y Gomila, Individuo de la Sociedad Económica de Madrid, y Benemérito abonado, de la Bascongada. Madrid, 1787-07-03, AHNM Consejo 11936-I, 4 fols. (Impreso)




262

Documento n° 2
Picornell y Gomila, D. Juan. Individuo de la Sociedad Económica de esta Corte y de la Vascongada. Se hallan dos representaciones solicitando licencia para establecer en Madrid una escuela pública de enseñanza y educación que dice ha formado en el libro que titula “El maestro de primeras letras”, Madrid, 1789-07-22. AHNM Estado 3245-2, 14 fols.





266

Documento n° 3
Carta de Picornell a Floridablanca  [?], Madrid, 1789-10-24. AHNM Estado 3245-2.


273

Documento n° 4
Manifiesto, (Papel número 2°), en: Pieza A en la que se hallan los cuatro papeles distinguidos con otros tantos números que se encontraron en el cofre del reo don Sebastián Andrés al tiempo de su apertura y reconocimiento en la Real Cárcel de Villa por el señor alcalde conde del Pinar a presencia del mismo Andrés; cuyos papeles se conocen en la causa reservada que se sigue contra éste y demás consortes con los títulos de Manifiesto al pueblo e Instrucción de lo que debe ejecutar el pueblo de Madrid en este día, Madrid, 1795-02-20. AHNM Consejo 11937, 6 folios







276


Documento n° 5
Instrucción (Papel número 3°), en: Pieza A en la que se hallan los cuatro papeles distinguidos con otros tantos números que se encontraron en el cofre del reo don Sebastián Andrés al tiempo de su apertura y reconocimiento en la Real Cárcel de Villa por el señor alcalde conde del Pinar a presencia del mismo Andrés; cuyos papeles se conocen en la causa reservada que se sigue contra éste y demás consortes con los títulos de Manifiesto al pueblo e Instrucción de lo que debe ejecutar el pueblo de Madrid en este día, Madrid, 1795-02-20. AHNM Consejo 11937, 6 fols.







279

Documento nº 6
Constituciones, en: Incautación de los documentos de Manuel Montesinos y Rico, Caracas, 1798-08-01. AGI Caracas 427, N. 1, 735 fols. (Fragmentos)



281

Documento nº 7
Plan del movimiento revolucionario de La Guaira, Caracas, 1797-08-08, (fecha de la copia de escribano). AGI Caracas 434, N. 16.



289

Documento Nº 8
Papel sedicioso. El comandante en jefe del ejército revolucionario del pueblo americano de la provincia de Caracas a los vecinos y moradores del pueblo de La Guaira, Caracas 1797-08-08. AGI Caracas 434, N. 16.




292

Documento Nº 9
Tropas para el primer movimiento. Caracas, 1797. AGI Caracas 434, N. 22


296

Documento nº 10
Noticias adquiridas en la Trinidad del día 3 al 5 de abril de 1799, en. Sobre Juan Bautista Picornell, Manuel Gual y Juan Manzanares, Caracas, 1799-06-22. AGI Estado 58, N. 30.



298

Documento nº 11
Exhorto de Gual a los americanos, en: Presidente de Caracas sobre papeles sediciosos de Manuel Gual, Caracas, 1799-06-23. AGI Estado 59, N. 8.



301

Documento nº 12
Proclama: Españoles de América, pasquín remitido desde la isla de Trinidad, Caracas 1797-08-12. AGI Caracas 434, N. 234 (n.7)



305

Documento nº 13
Proclama: Llegó ya el día padres de la patria... AGI Caracas 434, N. 23.


307

Documento nº 14
Contiene lo obrado prohibiendo la introducción, y lectura del libro titulado Derechos del Hombre y del ciudadano, y cualquiera papel sedicioso, AGI Caracas, 1797-12-11. 344 fols. (Fragmentos)



309

FUENTES

311